Astro - Arte - Análisis

Trabajamos el Fuego en el ADN energético de Santi, y así encuentro tras encuentro, explotó el segundo disco.

Fuego. Rojo. Expansión. Calor. Ardor. Quemadura. Luz. Creación. Al principio, el Big Bang. Una bola candente… pura irradiación sin forma definida. Fuego.

Al inicio sólo la luz en el universo infinito. Ni espacio ni movimiento. Sólo "Uno": el principio creador de todas las cosas. La idea de lo que será la "Creación".

Fuego, pienso en el Sol, estrella venerada e indispensable para el crecimiento de todos los seres vivos. El que irradia calor, el que mima mi piel cuando siento frío, el que me molesta si estoy acalorado, el que me quema y me pone en riesgo. Dependerá del lado de la calle por el que camine la calidad de mi encuentro con el fuego. Si es el de la sombra y hace fresco el Sol me protegerá. Si por el contario es aquel en el que el Sol da de pleno y hace calor, el Astro Rey me molestará. Así, si mi vida es muy luminosa puede que me ciegue, porque tanta luz encandila y no permite percibir los contornos reales de lo que en verdad sucede a mi alrededor. Pero si mi vida está poblada de sombras, ponerle luz puede ser un recurso para obtener cierta "Iluminación", dar lugar a una "Intuición", dejar fluir una "Idea" que me permita tomar otros rumbos, conocer nuevos caminos.

Cuando pienso entonces en fuego, pienso en una chispa capaz de encender lo que fuere, posible de abrirse y expandirse sin fronteras ni modos conocidos… de generar nuevos mundos.

La llama posee la cualidad del movimiento permanente, irreverente e inevitable. La capacidad de crear incesantemente y sin borde, límite ni forma. Solo como idea, en la mente, desde el fuego todo es posible, potencia pura, voluntad de acción. Las brasas equivalen al deseo. En el desarrollo de la conciencia aparece una "Identidad Deseante" - "Calor Interior" que nos lleva a querer...

A Santi lo llevó a continuar cantando y expandiendo su voz... una vez más abrió sus puertas y salió a cantarle al mundo.

Aquí la tapa de su disco ⭐