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El Mito de Procusto

  • Foto del escritor: Andrea Alonso Amorín
    Andrea Alonso Amorín
  • 31 may 2017
  • 3 Min. de lectura

astrología análisis

“Los cuentos son una llave de oro que un hada buena nos puso en la cuna…”

La mitología, a través de sus relatos, nos enseña a adentrarnos en el inconsciente y nos permite ver comportamientos nuestros, de difícil acceso. Nos permite compartir historias que nos serían difícil reconocer si no fuera a través de un cuento.

Aprovechando el mes de Géminis y utilizando este tiempo para aprender más de esa energía, es que traigo a colación el mito de Procusto.

Procusto tenía su casa en las colinas, donde ofrecía posada al viajero solitario.

Allí lo invitaba a tumbarse en una cama de hierro donde, mientras el viajero dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas del lecho.

Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, procedía a serrar las partes del cuerpo que sobresalían: los pies y las manos o la cabeza. Si por el contrario, era de menor longitud que la cama, lo descoyuntaba a martillazos hasta estirarlo (de aquí viene su nombre).

Según otras versiones, nadie coincidía jamás con el tamaño de la cama porque Procusto poseía dos, una exageradamente larga y otra exageradamente corta, o bien una de longitud ajustable.

"Cuando el mito es tomado alegóricamente se convierte en un relato que tiene dos aspectos, ambos igualmente necesarios, lo ficticio y lo real. Lo ficticio consiste en que de hecho no ha ocurrido lo que dice el relato y lo real consiste en que de algún modo, lo que dice el relato mítico responde a la realidad. El mito es como un relato de lo que podría haber ocurrido si la realidad coincidiera con el paradigma de la realidad."

El mito nos sirve para expresar verdades que escapan a nuestra manera ordinaria de pensar.

Llevémoslo a nuestra vida cotidiana y aceptando que "Todos tenemos un Procusto, Todos tenemos Géminis", en primera persona meditemos sobre el Procusto que nos habita y nos aleja de nuestro Géminis interior:

  • Quiero que el hecho encaje en la teoría y lo que no me funciona lo declaro mentira.

  • Quiero imponer mis creencias a otro.

  • Pienso que la óptica adecuada para analizar los hechos que suceden, es solo la mía.

  • No tolero como hace el otro las cosas, porque nadie las hará como yo.

  • Represento la intolerancia de lo que no se ajusta a mi idea. "Deja...eso lo hago yo, porque tú lo haces mal."

Haciendo honor a nuestra porción de Géminis y a que estamos transitando el mes de Géminis, atendamos a la cantidad de direcciones que aparecen ante nuestros ojos, ofreciéndonos posibilidades contradictorias para probar y experimentar. Conversemos con nuestro Procusto para que se entere que las cosas pueden ser de infinitas maneras, enseñémosle la práctica de la Flexibilidad, de la Versatilidad, del Intercambio, del ir y venir. Nuestra porción Geminiana es la que nos invita a cambiar de lugar para ver a los otros desde nuevas perspectivas y recibir informaciones que nos permitirán ampliar los conceptos encorsetados que tenemos acerca de muchas cosas.

Nota de color:

De ahí que lo que se conoce como Un lecho de Procusto, también llamado cama de Procusto, es un estándar arbitrario para el que se fuerza una conformidad exacta. Se aplica también a aquella falacia seudocientífica en la que se tratan de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la hipótesis previa.

 
 
 

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